Cristo invita, ¡Venid!

Cuando Cristo invita, cuando llama, se siente la llamada en el corazón.
Es una invitación del Señor a acudid a su llamada La mayor alegría es estar atentos a ella, por que muchas veces no la oímos, por estar muy ocupados en muchas cosas, o tal vez, en no hacer nada, y no podemos escuchar ni acudir a su llamada.